domingo, 4 de julio de 2010

Anarkia con q - Unas palabras para la maña de Mañalich

Últimamente resulta perturbador ver tan seguido al Ministro de salud, Jaime Mañalich, más aún, porque la razón de su protagonismo en el último tiempo se basa en su idílica creencia que dicta que es capaz de crear un sistema de salud pública ejemplar a nivel mundial basado en el modelo Clínica-privada, en las que se puede vender una aspirina a tres veces su precio.

Se me acusará de lo que sea, pero me parece facilista criticar un sistema que subsiste –porque no se puede decir que funcione- solamente con –alrededor- del 7% del presupuesto mientras se está acostumbrado a administrar clínicas privadas que manejan cifras que bordearían el 20%.

Debo admitirlo: me duele ver cómo la manía de un ministro que no ha trabajado nunca en salud pública (manejo testimonios de médicos que aseguran haber recibido solicitudes de ayuda por parte de Mañosolich) nos lleva a la creencia de que la salud puede ser mejorada a través de inversores privados; que es bueno que se vayan a vender medicamentos en supermercados –en una de esas entre los pañales y los yogures reguladores de tránsito intestinal- que "de seguro" no fomentarán la automedicación, dado que "la población chilena tiene un gran nivel de comprensión lectora"; y que "obviamente" su gran participación en los noticieros en el último tiempo no es sólo una forma de hacer olvidar a la gente el desorden que tiene dentro del ministerio.

Las mañas del Secretario de Estado se basan en experiencias que no se ajustan a la realidad que se vive en el sector público; si vamos a trabajar por una salud estatal de calidad, que el estado invierta en ella, y si vamos a criticar un sistema que está mal –porque eso no se niega- que lo haga la gente que del sistema ha hecho su vida. Ideal sería hacer a todos los hospitales como la Clínica Las Condes, pero para ello se debe cobrar y ese no es el objetivo de la salud pública, señor Mañosín. Sobre todo con su sistema cobrador y más interesado en la fidelización del cliente que en la atención del paciente.

Hermógenes Soto del Litre

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